¿Tu ordenador va lento sin razón aparente? Antes de formatear o gastar dinero en hardware nuevo, hay varias cosas que puedes revisar tú mismo. En esta guía te cuento los pasos que suelo seguir cuando me traen un PC que no rinde como debería. Spoiler: muchas veces la solución es más fácil (y barata) de lo que crees.
Contenidos
1. Comprobar el uso de recursos
CPU al 100%
Abre el Administrador de tareas con Ctrl + Shift + Esc y entra en la pestaña Procesos. Si ves que algún proceso está exprimiendo la CPU, podría deberse a:
- Un programa mal optimizado (algunos navegadores, suites pesadas, etc.).
- Malware o incluso un minero de criptomonedas oculto.
- Drivers del chipset instalados de forma incorrecta.
- Configuraciones de energía mal ajustadas o problemas con controladores ACPI.
- Dispositivos con triángulo amarillo en el Administrador de dispositivos (fallos de drivers).
Si sospechas de virus, pasa un buen antivirus como Windows Defender o Malwarebytes. También puedes hacer un escaneo offline por si hay algo más escondido.
RAM al 100%
¿Todo en rojo? Haz lo siguiente:
- Revisa el inicio de Windows y desactiva programas innecesarios.
- Desinstala software que no uses (tener dos antivirus no es buena idea).
- Si tienes menos de 8 GB y usas Windows 10 u 11, plantéate ampliarla.
Disco al 100%
En discos mecánicos (HDD), esto es bastante común. Algunas acciones útiles:
- Usa CrystalDiskInfo para ver el estado SMART.
- Ejecuta
chkdsk C: /f /rdesde CMD como administrador. - Desactiva el indexado del disco si usas HDD (desde Propiedades de la unidad).
- Desfragmenta el disco (Windows suele hacerlo solo, pero puedes forzarlo).
Si tienes un SSD y sigue al 100%, ojo:
- Revisa que esté en modo AHCI, no IDE.
- Actualiza el firmware del SSD.
- Si sigue igual, puede ser fallo de hardware o un proceso que está abusando del disco.
2. Diagnóstico de hardware
Memoria RAM
Una RAM con errores puede generar cuelgues y lentitud. Prueba esto:
- Ejecuta
mdsched.exe(herramienta de diagnóstico de memoria de Windows). - Para un test más completo, usa MemTest86+ o MemTest86 desde un USB booteable.
- En BIOS, revisa si tienes XMP activado. Si tu PC es inestable, desactívalo como prueba.
Disco duro o SSD
Pasa CrystalDiskMark y compara los resultados:
| Tipo de unidad | Lectura secuencial | Escritura secuencial | Observaciones |
|---|---|---|---|
| HDD 5400 RPM | 80–100 MB/s | 70–90 MB/s | Lento, típico de portátiles antiguos |
| HDD 7200 RPM | 100–130 MB/s | 80–120 MB/s | Un poco más rápido, pero sigue siendo HDD |
| SSD SATA III | 450–550 MB/s | 400–520 MB/s | Gran mejora respecto a HDD |
| SSD NVMe PCIe 3.0 | 1500–3500 MB/s | 1000–3000 MB/s | Ideal para Windows y apps exigentes |
| SSD NVMe PCIe 4.0/5.0 | Hasta 7000 MB/s | Hasta 5000 MB/s | Para equipos muy potentes |
Pistas rápidas:
- ¿Más de 500 MB/s? Tu SSD SATA III va bien.
- ¿Menos de 100 MB/s en un SSD? Revisa si está en modo IDE o si hay fallos.
- ¿NVMe lento? Asegúrate de tener drivers correctos y buena configuración PCIe.
3. Temperaturas y energía
Con HWMonitor o software similar, revisa si hay thermal throttling:
- ¿CPU o GPU por encima de 90 °C en reposo? Algo va mal con la refrigeración.
- Revisa la pasta térmica y limpia ventiladores y disipadores.
- Activa el plan de energía “Alto rendimiento” en Windows, o “Equilibrado” en portátiles.
- ¿Reinicios o cuelgues aleatorios? Puede ser la fuente de alimentación fallando.
4. Integridad del sistema operativo
Abre CMD como administrador y ejecuta estos comandos:
DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth
sfc /scannowTambién puedes usar DISM /Online /Cleanup-Image /ScanHealth para escaneo previo más detallado.
Y no olvides revisar Windows Update por si hay actualizaciones pendientes que estén ralentizando el sistema.
5. Drivers y servicios
Un driver desactualizado puede hacer estragos. Herramientas que recomiendo:
- Snappy Driver Installer: actualiza sin romper nada.
- Autoruns: controla qué se inicia con el sistema.
- Process Explorer y TCPView: útiles para detectar procesos sospechosos.
Desde msconfig o el Administrador de tareas, oculta los servicios de Microsoft y desactiva lo que no uses. El arranque lo agradecerá.
6. Compatibilidad y limitaciones del hardware
Verifica si tu CPU es compatible con tu versión de Windows (Windows 11 exige TPM 2.0 y CPUs modernas).
Consulta PassMark para ver el rendimiento estimado de tu procesador. Algunas referencias:
- <2000 puntos: rendimiento muy bajo.
- 2000–4000: tareas básicas.
- 4000–8000: buen rendimiento general.
- 8000+: edición ligera y gaming moderado sin problema.
Si tu equipo se queda corto, valora ampliar componentes o directamente cambiar de máquina.
7. BIOS y configuración del sistema
Ejecuta msinfo32 y verifica si usas UEFI o BIOS Legacy.
En el Administrador de dispositivos → Controladoras IDE ATA/ATAPI, asegúrate de que el disco está en modo AHCI. Si aparece “IDE” o “ATA”, tu SSD no va a dar el 100%.
Comprueba también si hay actualizaciones para la BIOS en la web del fabricante de tu placa o portátil.
Pasos finales: limpieza y soluciones drásticas
- Limpieza física: quitar el polvo y renovar la pasta térmica puede hacer milagros.
- Formateo limpio: si nada funciona, reinstalar Windows puede devolverle la vida al sistema.
- Mejoras clave: pasar de HDD a SSD o ampliar la RAM (mínimo 8 GB) transforma la experiencia.
¿Te animas a meterle mano a tu equipo antes de rendirte? Muchas veces, lo que parece un problema grave se resuelve con un par de clics y algo de paciencia.
